“Sólo quiero darte placer. Yo permanecí quieto. Sentía su respiración en mi rostro. Después se arrodilló inclinándose sobre mí… se relamió los labios, con un gesto animal… mientras otros labios recorrían mi mejilla, mi mentón… hasta introducirse en mi garganta… Una tercera boca se posó sobre mi garganta... absorbiendo con fuerza, como si quisiera masticarla ¡Sentía su caliente aliento sobre mi cuello!…”
No me ames sino deseas amarme.
No me ames sino deseas amarme.
¡Sólo fóllame! ¡Sin control!
No temas por mí, soy inmortal. ¡Ven!
No temas por mí, soy inmortal. ¡Ven!
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